La Niña de los Peines es el nombre artístico que tuvo Pastora María Pavón Cruz, que fue cantaora flamenca y está considerada como una de las voces más importante de ese arte musical. Nació en Sevilla en 1890 y murió en Sevilla en 1969 a los 79 años de edad. Fue poseedora de una gran inteligencia natural a pesar de carecer de cualquier tipo de estudio.
Familia
Estuvo casada con el cantaor Pepe Pinto. Era hija de un matrimonio gitano y sus dos hermanos Tomás Pavón y Arturo Pavón también fueron cantaores famosos.
Inicios
A los ocho años realizó su primera actuación pública, en una caseta de la Feria de Sevilla para sustituir a su hermano mayor.
Debut
En 1901 debutó en Madrid, en el Café del Brillante, donde conoció a Ignacio Zuloaga que la convenció para actuar en Bilbao en el Café de las Columnas, donde permaneció una larga temporada. A partir de entonces adoptó como nombre artístico el de “La Niña de los Peines” por unos tangos que interpretaba frecuentemente cuya letra era la siguiente:
"Péinate tú con mis peines, que mis peines son de azúcar, quien con mis peines se peina, hasta los dedos se chupa. Péinate tú con mis peines, mis peines son de canela, la gachí que se peina con mis peines, canela lleva de veras."
Éxito profesional
Viajó por toda la geografía española compartiendo escenario con los artistas flamencos más famosos del momento, entre ellos los cantaores Manolo Caracol, Pepe Marchena y Antonio Chacón, o los guitarristas Ramón Montoya y Melchor de Marchena entre otros muchos. Fue amiga de Manuel de Falla. Tras el paréntesis de la Guerra Civil (1936-1939) continuó su actividad con diversos espectáculos como “Las calles de Cádiz” de Concha Piquer o “España y su cantaora” que se estrenó en Sevilla con gran éxito.
Estilo
Un sumario de su cante nos dice que fue una cantaora total, una de las más completas de la historia. Insuperable en los tangos, por cantidad y por calidad, a los que dotaba de una extraordinaria jondura.
Las siguiriyas,
en un tiempo en que las mujeres no frecuentaban ese cante. La petenera fue otra
de las cumbres del cante de esta mujer. La soleá de Mercé la Serneta, con quien
se sentía muy identificada. La saeta, de la que fue intérprete genial cuando
las cantaba en Sevilla. Suprema en las bulerías. E incluso se atrevió a alguna
incursión en el campo creativo, como fue el caso de la bambera.
Discografía
Entre 1910 y 1950 grabó unos 250 cantes en discos de pizarra que en 2004 se han publicado en forma de 13 discos compactos. La labor de recuperación fue posible gracias al Centro Andaluz de Flamenco, dependiente de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, que tiene su sede en Jerez de la Frontera. Estas grabaciones son un auténtico tesoro musical y cuentan con el acompañamiento a la guitarra de Ramón Montoya, Niño Ricardo, Manolo de Badajoz, Antonio Moreno, Luis Molina, Currito de la Jeroma y Melchor de Marchena.
Reconocimientos honoríficos.
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Federico García Lorca la citó en un poema. «Jugaba con su voz de sombra,
con su voz de estaño fundido, con su voz cubierta de musgo».
·
Julio Romero de Torres, la pintó en uno de sus lienzos.
·
1961, se le tributó en Córdoba un homenaje nacional, consistente en un
festival en el que intervinieron las primeras figuras del flamenco como Antonio
Mairena, y varios artistas más.
· 1968 promovido por el programa radiofónico “La Tertulia Flamenca de Radio
Sevilla”, fue inaugurado un monumento en su honor, erigido en la Alameda de
Hércules, obra del escultor José Illanes.
·
Un año más tarde se realizó otro como reconocimiento de la ciudad de
Arahal, localidad a la que estuvo vinculada por su madre.
·
1996 la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía declaró su voz Bien
de Interés Cultural.
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